EL MUNDO DE THE LAST OF US

En este artículo de opinión analizo el mundo de la saga de videojuegos The Last of Us e intento darle un significado con mis propias interpretaciones, a la vez que muestro porqué es una parte fundamental de estos dos videojuegos. 

AVISO: Contiene spoilers de The Last of Us y The Last of Us Parte II. 

Decir que el mundo de la saga The Last of Us es duro y cruel no es nada nuevo. Ya al inicio de el primer videojuego, cuando huyes del inminente apocalipsis, un militar decide disparar contra Joel y su hija Sara al recibir ordenes de hacerlo.
El primer juego nos estaba lanzando un mensaje. Si este es nivel de crudeza y violencia al inicio del apocalipsis, imagínate cual será dentro de muchos años más.

Joel, sujetando en sus brazos a su hija mientras muere.

The Last of Us abraza la idea de la naturaleza desbocada del ser humano. La idea de que, sin ataduras, lo único que serán capaces de hacer muchas de las personas que viven en ese horrible mundo es ejecutar actos violentos por el bien de su supervivencia o la de los suyos. Y, como no existe ningún tipo de autoridad, nadie va a impedírselo. El ser humano es egoísta por naturaleza. La comprensión y empatía son casi inexistentes y ya nadie se preocupa por saber la historia de otra persona a la que no conoce, solo se actúa por miedo e instinto de supervivencia.
Los sentimientos positivos pasan a ser signo de debilidad, si confías puedes acabar siendo traicionado, si amas les das una oportunidad a tus enemigos para hacerte daño, y si todavía tienes esperanza en este mundo, él se encargará de hacerte ver su verdadero rostro. Mientras que los sentimientos negativos son los que te permitirán sobrevivir, la rabia no deja que veas a las personas que asesinas como otra cosa que simples obstáculos en tu objetivo. La furia te impulsa a asegurar que cada bala y suministro cuente y el odio causa que justifiques tus actos.

Ellie y Joel jamás volvieron a ser los mismos
tras la pérdida de su ser más querido

Es como si el mundo fuese un personaje en sí mismo, su ausencia de normas y reglas permite a muchos individuos o grupos salirse con la suya, les permite continuar un ciclo de violencia. En él puede verse la verdadera naturaleza humana: Violencia, terror, desolación, crueldad, peligro; pero también esperanza, amor, afecto, empatía y redención. Son las dos caras de la moneda que definen a la humanidad, una de las dos especies dominantes de este mundo.

Los infectados, la otra especie dominante, podríamos verlos como los demonios encarnados de la parte más negativa de la humanidad: No pueden sentir, son llevados por la violencia, siempre buscarán su supervivencia por encima de lo demás y jamás provocarán otra cosa que terror, muerte y destrucción. Son los nuevos amos (invisibles) de este mundo. ¿Por qué invisibles? Porque viven mayoritariamente en espacios cerrados e interiores y porque muchos actúan como si no existiesen. Es decir, en vez de dos facciones poderosas juntarse y enfrentar a los infectados, su enemigo común y el nuevo dueño de este mundo, deciden enfrentarse en una guerra inútil. Hubiera sido la excusa perfecta para que la humanidad hiciera las paces consigo misma. Pero no, los errores del pasado siguen estando presentes en este nuevo mundo y pueden seguir repitiéndose hasta que no quede nadie con vida.

La Parte II nos tiene reservado el monstruo
más terrorífico visto hasta ahora

Los Últimos de Nosotros son los habitantes del apocalipsis. Son los que deben enfrentar los peligros y terrores de este mundo y, con la esperanza, de buscar algo por lo merezca la pena luchar. Algo que le sentido a su vida. Incluso un motivo, una acción que pueda revertir todo al origen y volver al mundo de antes del apocalipsis para que puedan revertirse los errores y volver atrás. Con la esperanza de que los últimos de nosotros puedan ver más allá de la violencia y llevar en su interior una luz en un mundo lleno de oscuridad.

Ellie, en su momento más oscuro, es capaz de hacer lo correcto
y dejar marchar a Abby.